La Marca Editora

200 AÑOS DE HISTORIA ARGENTINA EN IMAGENES

Distintiva entre la gran cantidad de obras que han aparecido este año a propósito del Bicentenario, la antología "200" se recorta por una perspectiva desacartonada pero certera al mismo tiempo que recorre a partir de 400 imágenes los episodios más importantes transcurridos en la Argentina entre 1810 y 2010.


 

La ausencia de palabras se suple con creces en esta monumental producción iconográfica que propone rastrear las marcas de identidad de la sociedad argentina a partir de una selección de pinturas, dibujos y fotografías que reflejan cuánto de dramático, insólito y equívoco tiene la Historia nacional.


 

"El trabajo tuvo tres instancias fundamentales: en la primera nos planteamos qué episodios no podían faltar y a partir de entonces empezamos a buscar las imágenes que representaran esos hitos. En una segunda etapa buscamos imágenes que por un motivo u otro nos hubieran impresionado más allá del episodio que representaban", relata a Télam el editor del libro, Guido Indij.


 

"Finalmente, en la tercera instancia realizamos un relevamiento de las cosas que nos están quedando afuera y que en una obra de estas características deberían estar. Por ejemplo, en un momento nos dimos cuenta de que nos estaba faltando el `negro` Olmedo. Encontramos un huequito en 1988 (cuando `No toca botón` fue un éxito total) y así pusimos una foto con todo su elenco", explica.


 

Además de fotógrafo, editor y librero, Indij es el propietario de La Marca Editora, un sello independiente que lleva más de 400 títulos publicados y que durante dieciocho meses se embarcó en el desafío de rastrear y analizar más de dos mil imágenes posibles para dar con aquellas que mejor sintetizaran la memoria colectiva a través de dos siglos.


 

"Sólo la memoria como estrategia de anclaje de nuestra experiencia social es capaz, en su fragua, de posibilitar la proyección de una Nación, asignatura aún pendiente para la idea que comúnmente llamamos Argentina", expresa Indij desde el prólogo del libro.


 

"Es interesante ver qué ocurre ver con los sucesos y con la propia noción del tiempo en una obra de estas características que permite ver tan claramente cuánto lapso media entre uno y otro episodio... algo que al lector le permite hacer reflexiones del estilo: `Ah, la tragedia de Cromagnon se produjo al mismo tiempo que ...`. Es una manera fácil de acceder a la Historia", explica ahora en la entrevista.


 

Junto a la inversión que supuso conseguir un papel ilustración de alta calidad, el editor se propuso también otra apuesta de riesgo: encontrar un tono o registro que difiera de la solemnidad habitual para este tipo de antologías, cometido que logró a partir de una edición que privilegia la ironía y la superposición irreverente de imágenes.


 

"Es muy distinta la interpretación si se inicia el libro desde adelante que si se arranca por las últimas páginas. Si uno lo aborda de la manera convencional se encuentra con `la` Historia, pero si uno arranca desde atrás se confronta con la propia historia, es decir, con episodios que nos han atravesado de manera personal en los últimos años, como todo lo que se vivió el año pasado con el rebrote de la gripe A", apunta Indij.


 

El editor y sus colaboradores seleccionaron dos episodios relevantes por cada año: cada uno de estos sucesos se despliega en una fotografía que ocupa una página y que a su vez establece una suerte de diálogo o contraste con la imagen de la página contigua.


 

¿La idea del contraste entre imágenes responde a una estrategia editorial o fue elegida para funcionar como reflejo de una modalidad dicotómica habitual a lo largo de la historia argentina? "La técnica del contrapunto no es invento nuestro, pero es cierto que en la Argentina funciona de una manera especial porque representa al mismo tiempo nuestra idiosincracia", asume.


 

"En cualquier otro país este mismo concepto se podría leer de una manera `deshistorizada` porque todos los libros tienen dos páginas superpuestas, pero a mí desde pequeño me enseñaron que vivimos en un país de contrastes que cuenta su historia a partir de eternas dicotomías: peronistas o radicales, militares o civiles, Rolling Stones o los Beatles", analiza Indij.


 

"A Jorge Luis Borges", resalta en letras azules sobre fondo blanquísimo la dedicatoria del libro, acaso un destinatario casi obligado por esa modalidad de "aleph" que propone el libro con su gigantesco collage de temas y nombres propios.


 

"Hay algo de eso -asegura-. Por un lado es un libro que a Borges le hubiese encantado porque tiene una pretensión de compilación universal. Es una obra enciclopédica, una iconografía de la Argentina o de la historia iconográfica argentina".


 

"Hay también otra lectura, y es que en este repaso no podía estar ausente la figura de Borges, pero no disponíamos de muchas imágenes de él y las que teníamos no nos convencían, así que justamente desde la dedicatoria logramos esa presencia central que deseábamos para él", acota el editor.


 

Al margen de la inevitable arbitrariedad que representa atomizar 200 años de Historia en 400 imágenes, el libro hilvana el relato del inconsciente colectivo a partir de hitos de los que nadie se atrevería a discutir su centralidad, como el cortejo fúnebre de Evita en 1952, el gol con la mano de Maradona a los ingleses en el Mundial de 1986 y un testimonio gráfico del golpe militar de 1976.


 

Sin embargo, Indij se las ha ingeniado para obtener un abordaje distinto de aquello que en general ha quedado cristalizado a partir de un conjunto de imágenes "míticas" que se repiten hasta el hartazgo: dentro de esta variante se alinean como "hallazgos" las fotografías de Horacio Quiroga, Guillermo Vilas, Julio Cortázar y el "desaparecido" Jorge Julio López.


 

"200" se completa con un prólogo de Horacio González titulado "Doscientos años después" y una completa línea de tiempo realizada por Lucas Rentero y Ricardo Watson.

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