El hombre viaja en limusina, tiene el escritorio repleto de carpetas rotuladas como "urgente", "confidencial" y "secretos de Estado" y muchos teléfonos que suenan a la vez con voces que le anuncian malas noticias y le hacen reclamos. Usa traje negro y corbata, es alto, flaco y pelado y está rodeado de asesores y ministros. Es el protagonista del álbum El presidente del mundo (La Marca Terrible), de Albertine y Germano Zullo.
Autores de extraordinarios libros ilustrados como Mi pequeño y Los pájaros, en esta obra los suizos explotan al máximo el sentido de la ironía para representar a un hombre todopoderoso que toma decisiones que pueden afectar la vida de millones de personas, pero es temeroso e inseguro. ¿Qué hace el presidente más influyente cuando no puede resolver un problema? ¿Consulta a su equipo técnico? ¿Pide refuerzos a las fuerzas armadas? Nada de eso. Cuando se siente amenazado por un enorme monstruo verde que ataca el archivo de "los asuntos más comprometedores", el presidente llama a su mamá. Humor político para reflexionar.
Por: Natalia Blanc