Fotografía e historia según Boris Kossoy

Boris Kossoy acerca de la fotografía y la historia.

"El fragmento de la realidad grabado en la fotografía representa el congelamiento del gesto y del paisaje, y por lo tanto la perpetuación de un momento; en otras palabras, de la memoria: memoria del individuo, de la comunidad de las costumbres, del hecho social, del paisaje urbano, de la naturaleza. La escena registrada en la imagen no se repetirá jamás. El momento vivido, congelado por el registro fotográfico, es irreversible. La vida continúa, sin embargo, y la fotografía sigue preservando aquel fragmento congelado de la realidad.
Los personajes retratados envejecen y mueren, los escenarios se modifican, se transfiguran y también desaparecen. Lo mismo ocurre con los autores-fotógrafos y sus equipos. De todo el proceso, solamente la fotografía sobrevive, a veces en su artefacto original, otras veces apenas el registro visual reproducido. (...) Si desaparece esa segunda realidad, sea por acto voluntario o involuntario, aquellos personajes mueren por segunda vez. Lo visible fotográfico allí registrado se desmaterializa. Se extinguen el documento y la memoria." (Kossoy, 2001)
El ya citado Bori Kossoy sostiene que “toda y cualquier fotografía, además de ser un residuo del pasado, es también un testimonio visual donde se pueden detectar-tal como ocurre con los documentos escritos- mucho más que los elementos constitutivos que le dieron origen desde el punto de vista material”.
 

"La imagen fotográfica conforma junto con el texto un sistema de comunicación. El uso y aplicación de la foto para manipular la opinión pública. Gisèle Freund como pionera en la vinculación de la foto a la realidad social, y en la independencia de la foto de la estética pictórica dominante. La foto es una construcción que traspone el espacio tridimensional a la bidimensión de la placa. Una imagen vale por mil palabras en cuanto que se tenga esas mil palabras para explicarla. La foto es siempre construcción, tanto del espacio como del tiempo. Se construyen realidades y por lo tanto se construyen ficciones. En el encuadre ya existe una construcción. Al colocar un filtro de color también hay construcción. Por eso ya estamos hablando de un teatro de operaciones. Hay una manipulación estética que acaba siendo ideológica. Se debe estudiar los mecanismos de producción de la foto como también en la recepción. La foto y el arte documental como 'documentación expresiva'. La foto, aunque ficción, también es siempre documento, no sólo de lo que se registra sino también de las condiciones de posibilidad de ese registro".

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