El título del libro, 200, lleva derechito a pensar en una epopeya. Como 300, la película que narra la heroica, inverosímil resistencia de tres centenares de espartanos frente a un ejército de un millón de persas en las Termópilas. Sin embargo, la ironía, que no se lleva nada bien con el género épico, aparece a cada rato en el libro de Guido Indij.
Aparece ya en la tapa, con una multiplicación que altera el dicho de que "una imagen vale más que mil palabras": debajo de un 200 plateado y coronado por una cinta argentina que puede evocar el fileteado de un colectivo ¿existe la línea 200?, estampada sobre un argentinísimo cielo celeste y blanco, una leyenda con forma de sello asegura que "cuatrocientas imágenes dicen más que cuatrocientas mil palabras". La idea de la mayor elocuencia de las imágenes sobre las palabras fascina a los fotógrafos Indij lo es pero tropieza hasta consigo misma, por ejemplo cada vez que es formulada en siete palabras. Y cada vez que alguien la escribe en palabras que, impresas, se convierten en imagen. Las imágenes son palabras y viceversa. ¿Qué ve un lector cuando lee "las patas en la fuente"? Y al revés: ¿Le muestra mucho una imagen de Menem, de la Guerra del Paraguay, de Maradona, del Che Guevara, de Mirtha Legrand, o de una señora golpeando la puerta de un banco en 2002, a un espectador que no conoce su historia hecha de palabras? Casi desmintiendo la presunta superioridad de las imágenes sobre las palabras, el libro está dedicado a Borges y abre con un texto de Indij, otro de Horacio González y una cronología, año por año, de Lucas Rentero y Ricardo Watson.
Este relato de los 200 años de la Argentina no es una epopeya.
Sí parece épico el trabajo de Guido Indij como editor independiente, director de La Marca Editora y autor de esta obra que él mismo llama "libro-monumento" en su texto de presentación.
Indij eligió dos hechos relevantes por cada año y sobre esos hechos, dos imágenes, que puso a dialogar en páginas enfrentadas.
Para llegar a esa representación iconográfica de la historia argentina, revisó miles de imágenes en diferentes archivos. Y luego, debió escoger apenas 400. En esa historia visual hay un momento que emociona, que es la aparición de la fotografía.
Muchas son imágenes que integran eso que llamamos "inconsciente colectivo". Por nombrar un puñado de diferentes épocas, el cintillo punzó ("vivan los federales - mueran los salvajes, asquerosos, inmundos unitarios"), para 1830; "La vuelta del malón", de Della Valle, para 1876; el cortejo fúnebre de Evita, para 1952; el gol con la mano de Maradona a los ingleses, para 1986; zapatillas desparramadas en Cromagnon, para 2004, van enhebrando ese relato de la Argentina en imágenes.
El libro de Indij tapa dura, papel ilustración, inmejorable edición es uno de esos objetos que uno ve y quiere. Sus 400 imágenes son como la confirmación de que la Argentina no es un sueño confuso en el que se mezclan Perón, Odol pregunta, el juicio a las Juntas, Perón, los personajes de Niní Marshall, el Obelisco, el encuentro de Yatasto, Perón, la Sociedad Rural, Alberto Olmedo, René Favaloro, Jorge Julio López, Perón...
El diseño del libro es impecable. Cada doble página, un año desdoblado en dos imágenes que se resignifican mutuamente.
Dos dígitos del año, en la página izquierda; dos en la derecha. Los números de cada año, en una tipografía sincrónica con el momento. En castellano y en inglés, dos o tres líneas describiendo el hecho que se narra y un pequeño epígrafe para cada imagen.
Apenas uno comienza a pasar las páginas, se pregunta cuáles son las últimas dos imágenes, las que cierran el libro. Hay dos dobles páginas para 2010. En la primera, la Buenos Aires del Bicentenario según la prensa de 1910. En la segunda, dos espacios en blanco y un epígrafe para ese inquietante vacío: "La Argentina del Tricentenario según usted en 2010". Una manera de pensar y cuestionar nuestro presente.