Al menos hasta que la serie televisiva “El marginal” introdujo al villano Mario Borges, interpretado en modo magistral por el fallecido Claudio Rissi, el único “Borges” en el imaginario colectivo de los argentinos era Jorge Luis, el escritor que no alcanzó el Nobel de literatura (dicen algunos) porque su irrefrenable gusto por la ironía hirió el orgullo de un alto referente de la Academia Sueca. Es que fue el “arquitecto” de un universo narrativo que trasciende tiempo, espacio e inclusive realidad. Fue quien, con la sola herramienta de la escritura, revolucionó las formas narrativas en castellano y redibujó las fronteras de la literatura mundial.
Con erudición y maestría para conjugar lo cotidiano con lo metafísico, creó nuevos paradigmas literarios. A través de figuras como laberintos, espejos y bibliotecas infinitas, reflejó las complejidades de la mente humana y las posibilidades del universo. Sus relatos son intrincados juegos intelectuales de constante relectura, un desafío al lector para desentrañar sus múltiples capas de sentido. Releer a Borges no solo es necesario, también es un redescubrimiento.
Tal vez la redefinición del cuento como género literario sea uno de sus aportes principales. Bajo la gravitación de su pluma ya pasó a ser un “artefacto” complejo, capaz de contener en su estructura, a veces muy breve, universos enteros. Su prosa, donde las referencias eruditas y las reflexiones filosóficas acuden a cada momento, abrió nuevas posibilidades para la narrativa contemporánea, ancladas en la mixtura entre lo fantástico, lo histórico y lo metafísico.
La obra crítica y ensayística de Borges también cumplió un papel crucial en la construcción de la identidad literaria argentina. Borges revalorizó la tradición literaria nacional, poniéndola a dialogar con la literatura universal. Su estudio de escritores como Esteban Echeverría, Domingo Faustino Sarmiento y Leopoldo Lugones reafirmó el valor de estos autores y los conectó con corrientes literarias más amplias.
Borges también cambió la concepción del lector y del acto de leer. Sus obras, llenas de referencias cruzadas, espejismos literarios y paradojas temporales, requieren un lector activo, dispuesto a embarcarse en un viaje intelectual. La noción borgiana del lector como co-creador del texto transformó la relación tradicional entre autor y lector.
Formato híbrido para conocer al genio
Por tanto, el creador de “El Aleph” siempre es un nombre que convoca a los que aman la literatura. Y el libro “Borges. Una vida ilustrada”, el nuevo título de la colección Dúo, parece la oportunidad para acercarse de nuevo a su universo. Creado por Verónica Abdala y Miguel Repiso (REP), es un repaso por los episodios más importantes de la vida de Borges, a través de un formato híbrido entre la biografía y la novela gráfica que, según sus propios autores, “depara al lector una intimidad inesperada con el gran escritor argentino”.
“En la Argentina y en varios otros países del mundo, el personaje Borges fue, desde los años 60, más famoso que su propia obra, en un juego de paradojas que lo asombraba. Aquel hombre, que viajaba por los laberintos del conocimiento universal como hoy un internauta por Internet, se convirtió en los últimos años de su vida en un clásico vivo, ante cuyo talento todos se inclinan, aun quienes no lo habían leído. Borges se rió mucho de ese proceso. ¿Qué mundo era ese en el que un modesto escritor de un país periférico y alejado de la mano de Dios, que además escribía en un idioma ajeno a la Gran Literatura, era tratado como una estrella de cine?”, señala el libro en una de sus páginas iniciales.
Esta propuesta para redescubrir a Borges, el escritor argentino más universal, está sustentada en la trayectoria de sus creadores. Verónica Abdala es periodista cultural, crítica literaria y autora tiene en su haber el ensayo “Susan Sontag y el oficio de pensar” (2019) y “Café literario” (2021), que reúne pasajes de sus entrevistas a escritores. REP (Buenos Aires, 1961). Miguel Repiso, Rep, publicó 40 libros, y publica en los diarios Página 12, de Argentina, y en El País, de España.