“Momotarô, La leyenda del niño durazno”, un tradicionalísimo cuento de origen japonés, llega a nuestro país a través de una elegante adaptación realizada por el ilustrador colombiano Carlos Higuera.
Editado por la marca editora, el trabajo infantil relata la historia de Momotarō, un niño que nace del interior de un melocotón (durazno) gigante luego de que una pareja de ancianos que no puede tener hijos halle el fruto flotando en un río. De ahí su nombre: momo (桃 melocotón)+ tarō (uno de los nombres masculinos más habituales en Japón).
Repleto del color que le imprime Higuera a sus simpáticos dibujos, el texto de corta extensión muestra cómo con el correr del tiempo, el protagonista crece y se convierte en un gran héroe cuando se propone recuperar el tesoro oculto en Onigashima, también conocida como “La isla de los demonios”.
Pero su misión no resulta sencilla, ya que en su camino se encontrará con varios animales (un faisán, un perro y un mono) que gracias a la generosidad que muestra para con ellos se terminarán uniendo a su travesía.
Más allá de la noble moraleja que arroja el libro y el entretenimiento que proporciona, su desarrollo también dispara una serie de curiosidades que -posteriormente si los pequeños lectores lo desean-, puede originar que se indague más acerca de diferentes aspectos de la cultura oriental. Por ejemplo, esto se exhibe en pasajes como el relacionado a la comida que Momotarô se lleva a la isla y le ofrece a los animales. Denominadas como “bolitas de arroz”, los chicos puede descubrir que en realidad se trata de Onigiris お握り, una sabrosa preparación elaborada en base a atún, salmón y algas nori.
En este sentido, en el coqueto ejemplar que presenta tapa dura y formato cuadrado, el autor de otras adaptaciones clásicas como “Diez indiecitos” (originalmente Ten Little Indians, acompañó a distintas generaciones en la enseñanza del inglés) suma al término del cuento las indicaciones para que los más pequeños tomen la cocina y preparen sus propios Onigiris.
Fuertemente ligada a la región de Okayama, de donde se cree que es originaria, esta leyenda le ha aportado ciertos guiños a otras posteriores creaciones animadas japonesas, tal es el caso de la primera aparición del malvado Piccolo Daimaō Jr. en el anime de “Dragon Ball” cuando unos ancianos lo hallan en un río, lo llevan a su casa y terminan con la casa incendiada. O en el film “Dragon Quest- Dai no daibōken” (Las aventuras de Fly), cuando su protagonista Dai (Fly) vive en una isla de monstruos donde aparecen unos héroes que buscan enfrentarse a las criaturas y descubrir un tesoro.
Fuertemente ligada a la región de Okayama, de donde se cree que es originaria, esta leyenda le ha aportado ciertos guiños a otras posteriores creaciones animadas japonesas, tal es el caso “Dragon Ball”, donde la primera aparición del malvado Piccolo Daimaō Jr. ocurre luego de que unos ancianos lo hallen en un río y lo lleven a su casa (a pesar de que ésta termina incendiada). O el film “Dragon Quest- Dai no daibōken” (Las aventuras de Fly), donde su protagonista Dai (Fly) vive en una isla de monstruos donde aparecen unos héroes que buscan enfrentarse a las criaturas y descubrir un tesoro.
Ternura, solidaridad y justicia. Sensaciones que acompañan a la acción presente en Momotarô, una mítica obra que invita a conocer y apreciar la más pura literatura infantil oriental.