La localidad de Manzanares, Pilar, fue el lugar elegido para el lanzamiento del proyecto Mi Huerta Ya, con la presencia de Guillermo Schnitman, autor de El libro de la huerta. Se trata de una idea impulsada por el grupo de trabajo del portal Bionsumos.ar.
“Es una idea que vengo elaborando hace unos 15 años, con referencias de otras experiencias hechas en Canadá, Berlín o España. Tratamos de darle un enfoque argentino, pensado para la idiosincrasia de Pilar, que es una zona periurbana donde escasea el espacio público verde, con 215 barrios privados y 190 abiertos,”, cuenta Pablo Andrés Bobadilla Echenique, impulsor del proyecto. “Hay mucha comunicación con la Ciudad de Buenos Aires. Gente que viene a clubes o casas quinta o tienen una casa acá y trabajan allá. Muchas veces, si bien tienen la motivación, no tienen el tiempo para hacer una huerta. El servicio además provee talleres, espacios de encuentro y actividades a través de las redes sociales”, agrega.
Tecnología desde la tierra
Tanto Pablo como Nicolás vienen del mundo de la informática, pero se fueron interesando de a poco en la agroecología. Durante la pandemia, Pablo decidió fundar el mercado agroecológico Buen Corazón, generando 45 puestos de trabajo. Por su parte, Nicolás también había fundado la cooperativa Amaranto, que dio trabajo a unas 15 personas. Desde allí surgió la experiencia del portal Amaranto Informa y luego Bioinsumos.ar, que distribuye bioinsumos y asesora proyectos como el campo-escuela La Matera, fundado por Abel Pintos.
Actualmente Pablo vive y cultiva en Pilar y asesora familias a lo largo de la cuenca del río Luján, desde Pilar a Mercedes. “La huerta y la agricultura son una tecnología al igual que la informática. Nuestra visión de la agroecología es usar así en la tierra como en las redes, o así en las redes como en la tierra, un ida y vuelta. Por ejemplo, programamos unos talleres con Guillermo Schnitman, que fue uno de los introductores de la agricultura orgánica y la agroecología en Argentina. Una persona de más de 70 años, que se promociona como el viejo farmer y tiene un montón de seguidores en Instagram”, explica. También en Mi Huerta Ya dará un taller el influencer Pibe Huertero.
“Maxi va desde cárceles hasta una charla TED o un country, nos gusta ese tipo de diversidad. También es importante mencionar que el proyecto Mi Huerta Ya es fundado, financiado e impulsado por Sebastián Lorenzati, que es una persona que en su recorrido se ha dedicado al marketing digital y actualmente está concentrado en una constructora y por una decisión de cambio de alimentación empezó a interesarse en los alimentos saludables y por recomendación de una ingeniera agrónoma dedicó este predio al proyecto”, agrega Pablo.
Un club de huerta
Ubicada en el predio Posta del Sol, en Manzanares, Pilar, Mi Huerta Ya cuenta con una hectárea y media de extensión. Hay diferentes opciones para alquilar canteros. Cada posibilidad incluye servicios como bancales, tierra y abonos, semillas y plantines, sistema de riego y control biológico, así como un taller vivencial sobre huerta agroecológica.
“Me enteré por las redes. Soy vecino de Manzanares y estoy iniciando una huerta. Así que me pareció una oportunidad de conocer gente del barrio y de paso aprender. Y es muy gratificante poder arrancar los frutos para comer”, explica Leandro, que participa del emprendimiento. “Lo conocí por Instagram y tengo huerta en casa. Pero este año la experiencia fue dura por las inclemencias del tiempo. Conectarme con la tierra me desestresa”, comenta Silvia.
“Ahora estamos trabajando desde la parte informática para que las personas puedan acceder a su cuenta, con recursos como elegir las especies que les gustaría en cada temporada y que sean sembradas en el cantero que alquila. Poder acceder desde la web y desde cualquier dispositivo a una versión digital de su huerta, monitorearla, tener comunicación con el equipo y pactar las visitas que puedan hacer a los talleres y o a disfrutar del predio como un club de cultivo y cosecha. En definitiva, lo que buscamos es que Mi Huerta Ya sea un espacio para recuperar la propia humanidad”, anticipa Pablo.
Acerca de Bioinsumos.ar, proyecto que impulsa a Mi Huerta Ya, entre otras iniciativas, Pablo explica: “Hacemos el pensamiento sistémico del proyecto. No solo el diseño web, sino también pensar las órbitas de relaciones: proveedores, alianzas, los términos y condiciones para dar un marco claro para las personas usuarias. El objetivo es conectar, así en las redes como en la tierra”. “Hay una confusión y una manipulación por parte del lobby del agronegocio o empresas nefastas como Sigma Agro en Mercedes, o casos como el que hace poco tuvimos apoyando de un intento de desalojo en un barrio en la vera del Tajamar, en Escobar, donde hay muchas familias agricultoras. Nosotros vamos a continuar en la promoción de la agroecología y en las verdaderas prácticas saludables, a favor de la vida y la tierra”, advierte.