Toda persona que envía una fotografía por celular se expresa a través de ella. Hay quien lo hace con autorretratos. Marcelo Brodsky intenta ir más allá. El fotógrafo argentino, que exhibirá en Caracas la muestra Correspondencias visuales, trata de explotar el potencial de comunicarse con imágenes.
La muestra colectiva, que se inaugurará el próximo domingo en el Centro de Arte Los Galpones, es un diálogo sin palabras entre el español Manel Esclusa, el venezolano Beto Gutiérrez y el artista sureño. "El tipo de comunicación que se tiene con imágenes es distinto al que se tiene con la palabra. La interpretación de cada imagen es más libre", explicó Brodsky, economista de profesión.
El argentino exhibió por primera vez la exposición en Madrid, con su maestro Esclusa. Fue hace tres años. Uno le enviaba una foto y el otro respondía con otra. "Eso es parte del espíritu de los tiempos. Cada vez más gente se relaciona enviándose imágenes", agregó Brodsky, quien luego entabló conversaciones con más fotógrafos, como Martín Parr (Inglaterra), Pablo Ortiz Monasterio (México), Cassio Vasconcellos (Brasil) y Horst Hoheisel (Alemania), entre otros.
Uno de ellos fue Gutiérrez, con quien trabajó en 2009. "Beto era un fotógrafo muy joven cuando lo conocí en 2007, en la Bienal de Valencia. Pocos meses después estuve en Venezuela para una muestra en el Celarg. Decidimos hacer una Correspondencia visual que vamos a proyectar ahora por primera vez en ese país", dijo el nativo de Buenos Aires, que llegará a suelo patrio el próximo sábado para abrir la exposición que estará hasta el 30 de octubre en el Periférico Caracas Arte Contemporáneo.
Así, aquel que se acerque a la muestra colectiva verá un diálogo íntimo entre tres artistas. "Es una investigación de comunicarse con imágenes, pero tiene que ver con una práctica generalizada de la gente más joven. El potencial que tiene enviar imágenes va muchos más allá del autorretrato. Uno puede mirar el mundo y contar cómo lo ve con las fotos. Exploramos ese potencial", agregó el bonairense de 57 años.
La muestra, que contiene 90 fotografías, cumple con aquello de que una imagen vale más que mil palabras. "Aunque sea un cliché. Una imagen vale distinto. Tú y yo vemos una imagen y podemos construir un relato de mil palabras completamente distinto. Ese ejercicio de lectura involucra al espectador, al que mira, en la medida que estás interpelando en ese diálogo entre dos", concluyó Brodsky. Sus correspondencias se leerán pronto en el país.