La Marca Editora

"Los espacios para contar historias van cambiando"

El rosarino Carlos Scolari, una referencia en el mundo académico de la comunicación y el lenguaje transmedia, acaba de publicar "Media Evolution. Sobre el origen de las especies mediáticas", que presentará el miércoles en una librería de la ciudad. En esta entrevista habla de algunos de los temas que aborda en esa obra.

Por Jorge Salum

Carlos Scolari responde desde algún lugar de Barcelona. Aunque nació en Rosario (“Crecí en Alberdi”, dice para marcar su pertenencia barrial), vivió en Río Gallegos y volvió a la ciudad para graduarse en Comunicación Social en la UNR a mediados de los años 80. Desde 1990 vive en Europa. Es doctor en Lingüística Aplicada y Lenguajes de la Comunicación por la Università Cattolica di Milano. En la actualidad es profesor titular del Departamento de Comunicación en la Universitat Pompeu Fabra de la capital catalana, donde dirige el Programa de Doctorado en Comunicación desde 2018. Como investigador y escritor, es una referencia en los países de habla hispana, y también en otras lenguas, para el mundo académico de la comunicación, las nuevas plataformas y el lenguaje transmedia. Escribió más de una decena de libros y acaba de publicar el último. Se llama Media Evolution. Sobre el origen de las especies mediáticas, que editó la marca editora.

Scolari estará esta semana en la ciudad para presentarlo. Será el miércoles 4, a las 18.30, en la librería Mal de Archivo, en Moreno 477. Antes habló con Cultura y Libros sobre Media Evolution y temas aledaños.

—En su blog, Hipermediaciones.com, al hablar de Media Evolution plantea que le interesa explorar nuevos estilos de escritura y formatos editoriales. ¿Este libro es parte de esa búsqueda?

—Como todos saben, en el mundo académico hay una gran presión para publicar artículos en revistas científicas. Estos artículos se han ido convirtiendo en una de las principales variables para evaluar a los investigadores dentro del ámbito universitario. Incluso la publicación de libros o capítulos tiene mucho menos peso en el currículum que un artículo en una buena revista. Estos artículos por lo general presentan resultados de investigaciones, están escritos con un tono muy aséptico, casi “de laboratorio”, y no dejan mucho juego al autor. Yo creo que el conocimiento científico se debe expresar a través de otros registros y estilos, no solo en breves artículos asépticos que leen los especialistas. La historia lo confirma, basta pensar en infinidad de autores, desde Charles Darwin hasta Umberto Eco, pasando por Stephen Hawking o Marshall McLuhan. Todos ellos han hecho grandes aportes científicos y los han publicado en diferentes formatos y estilos. Me interesa mucho el caso de McLuhan, quien publicó textos hoy clásicos sobre los medios trabajando codo a codo con diseñadores gráficos. Entre otras referencias, mi libro Media Evolution. Sobre el origen de la especies mediáticas está inspirado en un libro de Marshall McLuhan y Quentin Fiori titulado El medio es el masaje del año 1967.

—¿Qué son los ecosistemas mediáticos de los que habla el libro?

—McLuhan fue precisamente uno de los primeros en considerar la red de tecnologías y medios que nos rodea como si fuera una ecología. Ese entorno, que cambia de generación en generación, modela nuestra forma de pensar y percibir el mundo sin que seamos conscientes de ello. Una generación que crece en una comunidad oral, piensa y percibe distinto a una que crece con libros y pantallas televisivas, o respecto a otra que lo hace con la Wikipedia, YouTube y Grand Theft Auto V. La ecología de los medios estudia a los medios en tanto ambientes que influencian a los individuos pero también a las instituciones, desde la política hasta la religión o el deporte. Como dice Siegfried Zielinski, un investigador alemán que cito en mi libro: “Sin los medios, todo deja de funcionar”.

—En ese contexto, ¿cómo entra a jugar la cuestión evolutiva?

—Me interesa muchísimo investigar los cambios dentro de esa ecología, por ejemplo el proceso de aparición de nuevos medios y los reacomodamientos que se producen dentro del ecosistema. Estos movimientos adaptativos son muy interesantes: ¿cómo se han transformado los diarios impresos desde que llegó la web? ¿Cómo está cambiando la televisión debido a la llegada de serios competidores como YouTube? Estos son algunos de los temas que abordo en mis trabajos.

—Siempre le interesaron las narrativas transmedia y dedicó su carrera como investigador a ocuparse de ellas. ¿En qué grado de su evolución cree que están? ¿Es posible que el avance de la tecnología siga generando nuevas plataformas en el futuro mediato?

—Bueno, ¡entré medio de rebote en este tema! Hace unos años estaba muy interesado en cómo los viejos medios (la prensa o la televisión) se adaptaban para poder sobrevivir en el nuevo ecosistema mediático, y de repente me encontré con este tipo de estrategia narrativa donde una historia comienza en un libro, sigue en un videojuego, después pasa a un cómic...hasta terminar en forma de “fanfiction” en una red social. El tema me apasionó y le dediqué varios años, pero de manera paralela seguía investigando el entorno de dónde emergían estos relatos. O sea, seguía investigando la ecología y la evolución de los medios.

Si bien “contar historias” es algo que caracteriza al Homo sapiens desde hace decenas de miles de años, los espacios donde esas historias se expresan van cambiando. En diez mil años pasamos de contar historias de forma exclusivamente oral a escribirlas y compartirlas en Facebook y otras redes. O contarlas en pantallas de todo tipo. Nada hace pensar que no aparezcan nuevos medios y entornos donde contarlas. La realidad virtual y la realidad aumentada (como la experiencia de “Pokemon Go”) podría ser una de las nuevas fronteras del storytelling.

—Sus investigaciones suelen ser muy académicas y en ese sentido parecen basarse más bien en observaciones teóricas. ¿Hay alguna probabilidad de que sus observaciones y conclusiones sean trasladadas a los medios, por ejemplo a los tradicionales, para reconvertirlos y adaptarlos al lenguaje de estos tiempos?

—En el 2014 junto con Jorge Carrión organizamos un MOOC, uno de esos cursos masivos en línea de acceso abierto, dedicado a las nuevas series de televisión. Para esa ocasión realizamos una decena de videos donde analizamos desde Breaking Bad hasta Juego de Tronos y The Wire… ¡Tuvimos más de cinco mil alumnos en su primera versión! En mi blog Hipermediaciones.com trato de alejarme de ese estilo aséptico que mencioné antes, al igual que en las redes sociales. También publico a menudo artículos en diarios y revistas fuera del circuito académico.

Un investigador debe saber producir contenidos para diferentes públicos. Por otra parte, compartir una investigación sobre los medios de comunicación no es tan complicado: cualquier lector sabe de qué estás hablando. ¡No quiero pensar el esfuerzo que realizan los físicos para explicarnos la teoría de las cuerdas o el bosón de Higgs!

—¿Cómo es la estructura de “Media Evolution”, cómo lo construyó?

—Más que “escribir un libro”, lo que hice fue preparar un guión a dos columnas, una para el texto y otra para las imágenes, como si fuera una historieta o una película. Por eso fue muy importante el trabajo de Fernando Rapa Carballo, un diseñador argentino impresionante que vive en Barcelona. Con Fernando nos entendimos desde la primera página, nos divertimos mucho haciendo este libro.

El libro se organiza en grandes secciones, una dedicada a la ecología de los medios, otras a las diferentes fases de la evolución de un medio (desde su aparición hasta la adaptación o posible extinción), sin dejar de abordar muchos conceptos que considero fundamentales para comprender estos cambios (como “interfaz”, “dieta mediática”, etcétera). El libro no sigue un recorrido lineal —eso lo dejo para los manuales de historia de los medios, esos libros que comienzan con las pinturas rupestres y terminan en la World Wide Web—: en mi caso, prefiero ir saltando de un momento de la historia a otro o incluso yuxtaponerlos. Por ejemplo, en una página me pregunto si podremos leer un PDF dentro de cien años y la ilustramos con unas tablillas de arcilla de hace ocho milenios que hoy podemos leer a pesar del paso del tiempo. El libro está sembrado con este tipo de juegos entre texto e imagen.

—En una serie de artículos recientes habló de “la guerra de las plataformas”. ¿A qué se refiere el concepto?

—En la ecología de los medios siempre hay conflictos entre los actores económicos, las tecnologías y los modelos de negocios. Entre los años 1980-90 hubo una confrontación entre los sistemas operativos de las computadoras personales (Macintosh versus Windows); la llegada de la web trasladó la lucha a los navegadores: es lo que se conoce como la “guerra de los browsers” en la segunda mitad de los años 1990 (Netscape versus Internet Explorer). Si bien en el horizonte se perfila un posible conflicto entre sistemas operativos móviles (veremos qué pasa a partir de la confrontación entre China y Estados Unidos, no descartemos una batalla de Android versus HarmonyOS, el nuevo sistema de Huawei), lo que caracteriza a este momento es la lucha entre plataformas. Hay una guerra entre plataformas audiovisuales (Netflix, HBO, Disney, Amazon, etcétera) pero también entre plataformas de transporte (Uber, Cabify, etcétera) o que brindan otros tipos de servicios o contenidos (por ejemplo las plataformas musicales). Hasta ahora la tendencia ha llevado a la construcción de ecosistemas donde domina una gran corporación o sistema, pero en el caso de las plataformas no está muy claro cómo será el panorama de aquí a unos años. No debemos olvidar que se trata de sistemas muy complejos y que resulta imposible predecir su evolución futura.

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